terça-feira, 18 de julho de 2017

Os doutores, a ânsia de imortalidade e as vacas... (Afinal: quem é mais doutor do que o outro?)... E a opinião das vacas?

2 comentários:

  1. La industria lechera es un negocio y, como tal, no le es rentable que la ternera beba la leche que pretende vender. Por eso se separa al recién nacido y se lo alimenta con sustitutos más baratos, enriquecidos con proteína vegetal, hormonas y antibióticos. A las madres, aún conmocionadas, se las conecta a las máquinas de ordeñar para robar la leche que estaba destinada a sus hijos y venderla para el consumo humano.

    Un mes y medio después, mientras siguen siendo ordeñadas a diario, reciben la visita del violador de turno, que las volverá a inseminar fríamente para que queden preñadas. Durante el embarazo, seguirán siendo ordeñadas varias veces al día, ya que ésta es la función que la industria les ha asignado. Tras 9 meses y medio, otra vez, la vaca se prepara para dar a luz una nueva criatura que será robada de nuevo, reactivando el ciclo una vez más.

    Es difícil ignorar el dolor y el llanto de una madre a quien le roban a su hijo. Aun así, es una práctica común en el mundo cuando se trata de las vacas. Pero… es la única manera viable de suministrar las enormes cantidades de leche, queso, yogures y helados a las que la sociedad se ha acostumbrado.

    En vez de vivir 25 años, como sería normal, las vacas lecheras raramente alcanzan la edad de seis. Cuando sus cuerpos violados, exprimidos y cansados ya no producen las enormes cantidades de leche que son rentables para el negocio, deben hacer sitio a hembras más jovencitas que mantengan los objetivos y las ganancias al máximo. Pero aún les sacan un último provecho: son cargadas en vehículos y transportadas a mataderos para servir de hamburguesas y otros embutidos, o para servir de alimento a otros animales.

    Tanto las vacas lecheras desahuciadas como sus hijos varones destinados a la industria de la carne llegan a los mataderos donde les espera una verdadera cadena de desmontaje. Tras ser empujados con palos eléctricos para avanzar por el pasillo por donde se niegan a pasar, el suelo que pisan desaparece para dejarle paso a una barra automática que transportará a los animales a la primera estación. Ahí los espera una persona que les dispara en la cabeza con una pistola de bala cautiva, con el fin de dejarlos inconscientes y facilitar el resto del procedimiento. Es la etapa del aturdimiento.

    Para quitarle la vida a la vaca, se la degüella y se espera a que se desangre. A menudo, la sangre también se recoge para su comercialización. Después se procede a quitar la piel y a descuartizar el cadáver. Cada etapa tiene un número de segundos o minutos contados. La línea de “producción” no se puede detener ni un momento.
    LA REVOLUCIÓN VEGANA - Joseph de la Paz

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  2. Estamos lascados porque os dois são pau a pau, ahahahahahah.

    https://www.youtube.com/watch?v=aJ5rh9feoRM

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